La dependencia cada vez mayor de la tecnología aporta muchísimas ventajas a las empresas, pero conlleva también una mayor vulnerabilidad a recibir ataques o amenazas. Es por ello que la palabra ciberseguridad se ha vuelto cada vez más recurrente en el entorno empresarial, ya que es fundamental para protegerse y evitar riesgos.
La ciberseguridad se conoce como la seguridad de la tecnología de la información para evitar ataques informáticos, hackeos o robos de datos. Cuando hablamos de estos ataques tendemos a pensar en ordenadores, tablets o móviles, sin embargo, los equipos de impresión cada vez más digitales son otro frente que debemos atender ante estos ataques. Los cambios en los últimos tiempos y en las formas de trabajo, con el aumento del teletrabajo y la movilidad, han aumentado el riesgo de las empresas de sufrir un ataque.
La seguridad es la base de una empresa digitalizada, es por eso que debe partir de la prevención. A pesar de ello a veces es inevitable sufrir un ataque por lo que hay que estar preparado para localizar y actuar de manera adecuada en caso de estar ante una situación de este tipo. Es fundamental para ello tener identificadas las tres fases de la ciberseguridad para protegerse de los peligros: prevención, localización y reacción.
Fase de prevención
Tener un buen sistema de prevención reducirá notablemente el riesgo de sufrir un ataque. Por este motivo, hay que actuar de manera temprana e informar de todo lo que ocurra en el sistema. Para estar preparados debemos detectar las posibles amenazas, las medidas de prevención y la actuación que se va a llevar a cabo en caso de vernos afectados por algún posible riesgo.
Para ello, todos los usuarios de los equipos deben tener al menos unos conocimientos básicos sobre la seguridad de la empresa y conocer las herramientas que deben utilizar para garantizar el máximo nivel de seguridad y evitar posibles hackeos.
Fase de localización
En el caso de que la fase de prevención no sea suficiente y se haya detectado algún tipo de problema, lo más importante es localizar donde radica. Para ello necesitamos disponer de las herramientas y mecanismos necesarios para detectar el ataque a tiempo real y poder resolverlo en el menor tiempo posible. Esto que a priori puede parecer sencillo, no lo es tanto, ya que los hackers son conocedores de este tipo de mecanismos de detección y hacen lo posible por pasar desapercibidos de manera que sea más difícil localizar el foco del problema.
Los ataques pueden ser detectados de inmediato o puede pasar tiempo, incluso meses, por lo que es muy importante para la empresa gestionar las vulnerabilidades del sistema y llevar a cabo una monitorización continuada.
Fase de reacción
Tras reconocer y localizar la amenaza, debemos dar una respuesta técnica para solventarlo. Debemos seguir cinco pasos:
- Desconexión de todos los servidores.
- Instalación de medios y programas de seguridad informática adecuados para frenar el riesgo y evitar que sea mayor.
- Análisis del sistema y cambio de todas las contraseñas.
- Limpieza del sistema.
- Comprobación de ausencia de amenazas en el equipo.
En caso de que durante el ataque nos hayan robado información confidencial o datos sensibles, debe haber un protocolo de comunicación a los afectados y abrir un proceso de trámite de delito informático. Como decíamos, el aumento del teletrabajo y el uso de las tecnologías ha hecho que sea cada vez más importante en las empresas contar con un buen sistema de ciberseguridad.También las propias marcas están teniendo en cuenta este punto, como es el caso de HP, Partner principal de Selzur, que ofrece protección en dispositivos, datos y documentos en cada vez más equipos de impresión.